(1960) "Tirez sur le pianiste" (Disparad al pianista) Dirección Francois Truffaut, introducción al cine negro de la nouvelle vague....
22/07/2012 21:26



Charles Aznavour es Charlie y Marie Dubois es Lena.

Charlie trabaja como pianista en un mediocre baile popular. Cierto dÃa, sus hermanos Richard y Chico acuden a pedirle ayuda pués tienen conflictos graves y violentos con unos mafiosos. La situación creada por esta visita intriga a Plyne, el gerente del bar, que está enamorado de la bella camarera Lena, la novia de Charlie. Un dÃa, éste le cuenta a Lena que realmente él es Edouard Saroyan, un virtuoso pianista de fama internacional que comenzó como profesor de piano mientras su mujer, Teresa, trabajaba como camarera. El encuentro con un empresario sueco le permitió al pianista alcanzar el éxito con gran rapidez, a cambio de que Teresa realizará un pequeño sacrificio...
EL FINAL.....LO MEJOR
Segunda pelÃcula del más entrañable de los directores surgidos de la Nouvelle Vague, menos cerebral que su colega Jean-Luc Godard. Y acaso uno de los más entrañables directores de todos los tiempos. Su maldita muerte, tan temprana, nos quitó un corazón y una mirada tan pura, honesta, brillante y estimulante, que todos los cinéfilos del mundo sentimos una ausencia inconsolable, echamos en falta ese espacio vacÃo, esas cinco pelÃculas que le faltaban para decidir retirarse y dedicarse a la literatura.
Porque este hombre, que amaba el cine (y las mujeres), volcaba sobre la pantalla todo ese amor, trasuntándolo en sus personajes, en sus planos, en su puesta en escena, tan llena de vida y energÃas. Y eso, con virtudes y defectos (o mejor dicho, con altos y bajos), no es algo tan frecuente, y se agradece siempre.
Con "Disparen sobre el pianista" comienza su relación con el cine negro (bueno, antes habÃa estado su colaboración con Godard en "Sin Aliento"), y lo hace adaptando libremente una novela del gran David Goodis, acerca de un pianista perseguido por la fatalidad. Charles Aznavour, que fue un brillante cantante francés, en el rol del pianista, da una soberbia clase de actuación, componiendo a un antihéroe inolvidable, un personaje tÃmido, triste y vital al mismo tiempo, que se encuentra metido en una serie de situaciones adversas, muy a su pesar (o quizás por él), e intenta tratar de recomponer los pedazos de su vida, marcada por el sino trágico del amor y la muerte. A él lo seguimos durante todo el film, con pausas para respirar, y para crear ese otro sitio (llamado cine negro, llamado Nouvelle Vague, llamado Truffaut) en el cual atisbamos poesÃa, y verdades puras, como si se colaran de improviso, negándose a participar de la férrea lógica de la historia policial: la amena charla inicial entre el hermano del pianista y un transeunte que interrumpe una escena de persecución, la canción en el bar con los subtÃtulos impresos, las charlas frÃvolas entre los mafiosos simpáticos y sus eventuales secuestradores, la mirada lÃmpida de Marie Dubois... Ah... El cine...
Una de mis pelÃculas favoritas de uno de mis directores más y más queridos.